Livestock Research for Rural Development 32 (12) 2020 | LRRD Search | LRRD Misssion | Guide for preparation of papers | LRRD Newsletter | Citation of this paper |
La investigación tuvo como objetivo evaluar el índice de digestibilidad fecal en cerdas gestantes alimentadas con harina de forraje de Moringa oleifera. Lam. Para la investigación se utilizaron 24 cerdas gestantes del cruce comercial Yorkshire x Landrace x Duroc multíparas, con un peso promedio inicial de ± 153.86 kg. Los animales se distribuyeron según un diseño completamente aleatorizado en tres tratamientos. Se utilizaron dietas que contienen 0, 20 y 40% de harina de forraje de moringa. El alimento se suministró en forma de harina y agua fue ad libitum, durante el periodo experimental. Se empleó el método de colección total de heces para determinar la digestibilidad fecal aparente de la materia seca (MS), materia orgánica (MO), ceniza (Cz), proteína bruta (PB), las fibras, detergente neutro (FDN) y detergente ácida (FDA). La digestibilidad fecal de la materia seca, mostró diferencia significativa entre los tratamientos (p = 0.0255) de (80.44, 77.83 y 73.64%, respectivamente). Los resultados sugieren la posibilidad de utilizar hasta el 40% de harina de forraje de moringa en cerdas gestantes, sin afectar su proceso digestivo ni de salud.
Palabras claves: alimento fibroso, digestibilidad de nutrientes, reproductoras porcinas
The objective of the research was to evaluate the fecal digestibility index in pregnant sows fed with Moringa oleifera forage meal. The m. Twenty-four pregnant sows from the Yorkshire x Landrace x Duroc multiparous commercial cross were used for the research, with an initial average weight of ± 153.13 kg. The animals were distributed according to a completely randomized design in three treatments. Diets containing 0, 20 and 40% moringa forage meal were used. The feed was supplied in the form of meal and water was ad libitum, during the experimental period. The total fecal collection method was used to determine the apparent fecal digestibility of dry matter, organic matter, ash, crude protein, neutral detergent and acid detergent fiber. The digestibility of of the dry matter decreased in a linear trend as the percentage of Moringa in the diet increased. On the other hand, the digestibility of the ash increased almost twice as the level of moringa forage in the diet was increased. Protein digestibility increased but to a lesser degree. The results suggest the possibility of using up to 40% moringa forage meal in pregnant sow diets, without affecting their digestive process or health.
Key words: fibrous feed, nutrient digestibility, pregnant sows
Las cerdas reproductoras pasan más del 70% del ciclo productivo en estado de gestación, sin embargo, no siempre se le da la importancia que merece durante esa fase, al menos en términos de alimentación. A pesar que durante este ciclo las cerdas son poco exigente a nivel de necesidades nutricionales, por lo general son alimentadas de forma restringida para así evitar excesos o déficit en la condición corporal (Ramonet et al 1999). En el mundo es muy frecuente el empleo de piensos ricos en fibras para estas categorías durante este período. Según (Romeu 2017) los piensos en las cerdas gestantes admiten una cierta cantidad de ingredientes fibrosos (menos energéticos) que no es posible utilizar en otras fases.
Por otra parte, Ramonet et al (1999) refieren que la utilización de materia primas fibrosas en los piensos puede ofrecer ventajas a nivel de costo (suelen ser materias primas más baratas) y a nivel de bienestar animal, aumentando la sensación de saciedad. Sin embargo, la utilización de estas materias primas menos energéticas precisa que estén correctamente valoradas ya que si el animal no recibe la cantidad y calidad de nutrientes necesarios durante esta fase, puede afectar a la calidad de la progenie al nacimiento y también a lo largo de su vida post-destete (Cerisuelo et al 2012; y Romeu 2017).
Teniendo en cuenta lo anterior, el trabajo tuvo como el objetivo evaluar el índice de digestibilidad fecal en cerdas gestantes alimentadas con harina de forraje de Moringa oleífera. Lam.
El experimento se realizó en la Unidad Porcina del Instituto de Ciencia Animal (ICA), situado en el km 47 ½ de la Carretera Central, a 22 o 53' de latitud norte y los 82º 02' de longitud oeste y 92 msnm, en el municipio de San José de las Lajas, provincia de Mayabeque República de Cuba (Caro 2014), la temperatura promedio osciló la mínima en 32 ºC y la máxima 36 ºC como promedio.
Se utilizaron 24 reproductoras porcinas gestantes multíparas del cruce comercial (Yorkshire x Landrace x Duroc), con período de gestación de 0 a 35 días con un peso vivo promedio de ± 153.13 kg. Los animales fueron distribuidos a razón de ocho cerdas por tratamiento, cada una constituyó la unidad experimental y fueron alojadas en corrales individuales, provisto de comederos y bebederos. Los animales en estudio gozaban de perfecto estado de salud. La composición de la dieta se muestra a en la Tabla 1.
Tabla 1. Composición química de la harina de forraje de moringa (Moringa oleifera. Lam vc Supergenius) |
||
Indicadores (%) |
Media |
DE |
MS |
89.14 |
2.22 |
MO |
92.16 |
1.55 |
Cz |
7,84 |
1.55 |
PB |
17.61 |
3.39 |
FDN |
42.72 |
12.16 |
FDA |
13.21 |
7.56 |
LIG |
3.27 |
2.54 |
CEL |
9.19 |
5.54 |
P |
0.88 |
0.23 |
Ca |
2.90 |
0.90 |
Mg |
0.18 |
0.07 |
K |
0.68 |
0.16 |
DE: desviación estándar |
Los tratamientos consistieron en tres dietas experimentales (Tabla 2) la primera se formuló a base de maíz y soya, los dos restantes contenían un 20 y 40% de inclusión de harina de forraje de moringa. Se elaboraron semanalmente, ambas ajustadas con 12% de proteína bruta (N x 6.25), de acuerdo a las recomendaciones de la (NRC 2012).
Tabla 2. Composición de las dietas experimentales (%) |
|||
Ingredientes (%) |
Inclusión de harina de forraje de moringa % |
||
0 |
20 |
40 |
|
Harina de maíz |
79.24 |
64.2 |
48.8 |
Harina de soya |
15.56 |
10.4 |
6.00 |
Harina de forraje de moringa |
0.00 |
20.00 |
40.00 |
Fosfato Monocálcico |
1.20 |
1.20 |
1.20 |
Carbonato Calcio |
1.00 |
1.20 |
1.00 |
Sal común |
0.50 |
0.50 |
0.50 |
Dl – Meteonina |
0.50 |
0.50 |
0.50 |
HCL Lisina |
0.50 |
0.50 |
0.50 |
Cloruro de colina |
0.50 |
0.50 |
0.50 |
Premezcla Vit. Mineral1 |
1.00 |
1.00 |
1.00 |
1Composición según NRC (2012) |
Los animales fueron adaptados a las dietas durante siete días y posteriormente, se realizaron colectas de las heces por cinco días. Las excretas se pesaron y se le midió el pH. Después se mantuvieron en refrigeración (-20 oC) hasta el final del período para su posterior análisis. La MS, Cz (materia orgánica= 100 - % cenizas) y N se realizó por el método de la (AOAC 2007). Se colectaron muestras frescas de las excretas por duplicado y se le midió el pH con un pHmetro digital con electrodo de vidrio, modelo PGSJ-3F).
La ceniza ácido insoluble (CAI) se determinó como marcador interno, mediante digestión de la ceniza en el alimento y heces; después de la digestión de las muestras en HCl 4 N durante 30 minutos, filtración e incineración del residuo insoluble resultante de acuerdo con Van Keulen y Young (1977).
El cálculo de la digestibilidad fecal se determinó de acuerdo con el método indirecto, tal como ha sido descrito en otro lugar (Adeola 2001). La salida rectal de materiales fue calculada por métodos informados por Ly et al. (1998).
Donde XD y XE representan el porcentaje de marcador en la dieta y excretas, respectivamente. En el caso de nutrientes específicos, la fórmula se modificó así:
Digestibilidad del nutriente N = [1 – (XD/XE x NE/ND] x 100)
Donde XD y XE tienen el mismo significado que en la ecuación anterior, mientras que NE y ND son el porcentaje del nutriente en excretas y dieta en base seca, respectivamente.
La salida rectal de materiales se calculó según el procedimiento de Ly et al. (1998). Por cada kg de MS ingerida, la salida rectal de material seco, fresco y agua se estimó como a continuación se describe:
Salida rectal de MS (en g/kg MS ingerida) = (100 – DMS en %) x 10
Donde DMS: digestibilidad fecal de MS
Salida rectal de material fresco (en g/kg MS ingerida) = Consumo (g MS) x (100 – DMS (%) / 100) x (100 / % MS fecal)
Salida rectal de agua = salida rectal de material fresco – salida rectal de material seco
Los cálculos anteriores usaron la concentración fecal de MS igual a 53,2% para el valor promedio del tratamiento control. Los valores promedios para los tratamientos con 20 y 40% de harina de forraje de moringa, las cifras correspondientes fueron 40,9% respectivamente (Martínez et al. 2004; J. Ly 2020; datos no publicados).
Se realizó análisis químico de las muestras de heces y del pienso se determinó por (AOAC 2007), el fraccionamiento de las heces se realizó por tratamientos y se midió Materia seca (MS), Ceniza (Cz), Proteína Bruta (PB), Calcio (Ca), Fósforo (P), Fibra detergente neutra (FDN), Fibra detergente ácida (FDA), Lignina (LIG) y Celulosa (CEL); para la composición bromatológica de las dietas se tuvo en cuenta de MS, Cz, PB, Ca, Mg, P, K, FDN, FDA, LIG y CEL. Las fracciones fibrosas (FDN, FDA, LIG y CEL), se realizaron secuencialmente por el método de (Van Soest et al 1991).
Se realizó análisis de varianza según diseño completamente aleatorizado con tres tratamientos y ocho repeticiones. Para la comparación de medias se utilizó la dócima de Duncan (1955) con p<0.05. Los resultados se procesaron en el paquete estadístico InfoStat versión 2012 (Di Rienzo et al 2012).
Al analizar la digestibilidad fecal de los nutrientes de la MS, MO y Cz se encontró diferencias significativas entre los tratamientos evaluados (p=0.0255, p=0.0211 y p=0.0030). Se observó que a medida que se incrementan los porcientos de inclusión de la harina de forraje de moringa, disminuyen estos indicadores, lo que pudiera estar dado por el contenido del material fibroso que se utilizó en las dietas. Cabe señalar que en todas las variables el tratamiento del 40% de inclusión fue diferente con respecto al control (tabla 3).
Tabla 3. Digestibilidad fecal aparente de reproductoras porcinas gestantes alimentadas con harina de forraje de moringa |
|||||
Indicadores |
Tratamientos % |
EE ± |
Signif. |
||
0 |
20 |
40 |
|||
MS |
80.44ª |
77.33ab |
73.64b |
1.64 |
p =0.0255 |
MO |
83.28a |
76.16b |
76.59b |
1.85 |
p =0.0211 |
Cz |
36.25b |
43.47b |
58.65a |
4.10 |
p =0.0030 |
PB |
83.98 |
86.47 |
85.60 |
0.81 |
p =0.1142 |
a,b Medias con letras distintas por filas difieren a p<0.05 |
Investigaciones realizadas por Ly et al (2008) y Romeu (2017) con cerdo alimentados con follajes arbóreos tropicales encontraron resultados similares a los que se obtenidos en este estudio, en cuanto a la digestibilidad fecal de la MS.
La disminución de la digestibilidad de MS y MO de las dietas al incrementarse el nivel de harina de forraje de moringa en la dieta podría explicarse por el alto nivel de FDN en la moringa (Tabla 3). Investigaciones realizadas por Dihigo et al. (2004) encontraron que, en las leguminosas, la proteína está muy ligada a su fibra, lo que dificulta el ataque de enzimas, principalmente de proteasas, o la presencia de otras sustancias que interfieren en la digestibilidad de nutrientes, como son los compuestos fenólicos (Andrade 2016).
Jørgensen et al (2011) señalan que la madurez del sistema digestivo (edad/peso) incrementa el grado de digestión, la capacidad y habilidad de fermentar la fracción de la fibra dietética, asociado al mayor tamaño del tracto digestivo y la mayor actividad enzimática; por lo que, el grado de digestión de los nutrientes siempre estará ligada a su procedencia botánica y al procesado de los ingredientes (Martínez 2006). En este sentido los trabajos de Jørgensen et al. (2011) confirman la variabilidad que se registra en porcino en la capacidad de fermentar la fibra, pero también en la producción de CH4, que puede ser baja en ciertos animales independientemente de la cantidad y tipo de fibra ingerida (Morazán 2014).
Por otro lado, Botero (2004) al utilizar forraje de tres especies arbustivas en las dietas en cerdas adultas en un 15 y 30% de inclusión, de forraje de nacedero, borde y morera, señaló que el forraje de borde tiene mayor valor nutricional al ser incorporado en dietas de cerdas adultas entre 15 y 30%, con respecto a los otros forrajes, ya que se obtuvo siempre el mayor porcentaje de digestibilidad fecal de 81.7% MS, 82.9% PB, 65.6% FDN y 51.3% FDA; seguido por la morera con un porcentaje de digestibilidad fecal para la materia seca 80.3%, proteína bruta 81.4% y las fracciones fibrosas (FDN 62.8% Y FDA 47.4%).
Leterme (2002) informó sobre la fisonomía de la pared intestinal, que esta depende en gran medida de la composición del alimento, que en contacto con un medio agresivo (fibras, enzimas, factores antinutricionales, bacterias) incrementa la producción de la mucosa (células epiteliales, mucus) como medio de defensa (Botero 2004).
Al analizar las dietas individualmente, el control mostró los máximos valores de digestibilidad de la MS y MO. Esto se debe a la disminución de la fracción de fibra que es altamente digerible por los animales. Sin embargo, la inclusión de materiales fibrosos en las dietas restantes fue menos digestible que en la dieta control. Por lo que la utilización de harina de forraje de moringa como fuente de proteína en las dietas pudiera influir en una mayor digestibilidad de la PB, asociado también al aumento de la Cz en su proporción para el tercer tratamiento.
Investigaciones realizadas por Domínguez et al. (2004), al evaluar en cerdos alimentados con follaje de morera( Morus alba) de dos variedades de (Tigreada y Acorazonada), encontraron valores de digestibilidad fecal de ceniza similares a lo reportado en el presente estudio (54.78 y 53.91).
Según Pond y Hruska (1981) la digestibilidad de la Cz, pudo estar determinada por el alto contenido de este nutriente en la dieta cuando se incluye la harina de forraje de moringa, en tal sentido se observó un aumento de manera considerable en la digestibilidad de este mineral durante la prueba. Este efecto se ha descrito por autores como (Girard 1993; García y Ly 1995) quienes plantean que este resultado puede depender del tipo de fibra y el tiempo que lleven consumiéndola, así como, la edad y el estado fisiológico de los animales, y el desarrollo del tracto digestivo, que influye sobre la digestibilidad de la fibra y los nutrientes en general. Resultados similares fueron obtenidos por (Ly 2008; Leiva y López 2012).
Por otra parte, el contenido de fitatos de la moringa alcanza valores de 2.5 % pudiendo provocar que disminuya la biodisponibilidad de los minerales, principalmente para monogástricos (Makkar y Becker 1996; Álvarez 2017). Al respecto, (Dierick et al 1989) señalaron que hay diversos factores que influyen en la digestibilidad de la MS de la dieta y sus nutrientes como la fuente de fibra, lignificación, nivel de alimentación, edad, peso vivo, estado fisiológico entre otros.
Leterme (2002) informó sobre la digestión de las proteínas y de los carbohidratos digeribles, que inician por las enzimas pancreáticas, este proceso no es total, por lo que debe ser finalizada por enzimas de la pared intestinal. Estas últimas son sintetizadas en las células epiteliales, ya que no existen glándulas que secreten otras enzimas (Botero 2004).
Investigaciones realizadas por Rodríguez y Figueroa (2000) describieron que la proteína en los forrajes contiene un alto porcentaje unido a la fibra. Estos autores reportaron el porcentaje de nitrógeno unido a la FDN para diferentes forrajes, reportaron valores entre 92 y 43%. Por otro lado, Leterme (2002) informó que la hoja de nacedero y bore se encuentran entre 59 y 64% respectivamente mientras los cereales como maíz y cebada presentan valores de 8 y 9% (Botero 2004).
Leterme (2002) señaló que las células epiteliales migran sobre las vellosidades en dirección de la sima, durante su migración maduran y adquieren más enzimas digestivas, lo que aumenta su capacidad de absorción. Una vez en la sima digestiva son descamadas, empujadas por las más recientes. Las células epiteliales en su totalidad son renovadas cada tres días, es decir que se renuevan más o menos 100 millones de células cada minuto, es una forma de defensa, las células en la sima son muy frágiles y en contacto permanente con un medio muy agresivo y corrosivo (fibras, enzimas, factores antinutricionales, bacterias) su renovación contaste permite mantener la integridad de la pared (Botero 2004).
Los valores de la digestibilidad fecal de la PB no se observó diferencias significativas entre los tratamientos (p=0.1142), estos resultados fueron similares a los obtenidos por (García et al 2014; Caro et al 2018 y García y Vitón 2019) quienes encontraron elevados niveles de digestibilidad para el nitrógeno, lo que puede estar relacionado con el tamaño de la fracción fibroso.
Cabe señalar que la digestibilidad la PB no se afecta, debido a las proporciones de fibra soluble e insoluble. Este estudio coincide con lo realizado por (Renteria et al 2008), donde el aporte de ingredientes altos en fibra soluble presentó una digestibilidad de PB alta. Generalmente, las pérdidas endógenas de N y biomasa bacteriana pueden aumentar la excreción de N, lo que da como resultado una digestibilidad aparente más baja de la proteína y el nitrógeno (Jha y Leterme, 2012). Este aumento de la masa bacteriana es causado por el alto contenido de la fibra soluble (Bach Knudsen 2001 y Molina 2018).
Ly (2009) refiere que el N ligado a la pared celular de la harina de forraje de moringa es poco solamente el 35% del total, cifra que está por debajo de las cantidades de esta entidad en otros recursos alimentarios de naturaleza arbustiva o arbórea. Esta cifra permite asumir que en principio aproximadamente dos terceras partes del N de la harina de forraje de moringa sería susceptible de convertirse en compuestos nitrogenados ilealmente digestibles para las reproductoras porcinas gestantes, en condiciones in vivo. Estos compuestos serían obviamente mayoritariamente aminoácidos.
Los resultados de digestibilidad del fraccionamiento fibroso de la harina de forraje de moringa se muestran en la Tabla 4. A pesar de que no se encontró diferencias significativas entre los tratamientos evaluados para los indicadores de la digestibilidad, se observó que a medida que se incrementaron los niveles de inclusión existió una tendencia a disminuir los valores de la FDN y FDA, en los tratamientos que incluían la harina de forraje de moringa, con respecto al control. Este comportamiento pudiera deberse a la composición química y naturaleza física de la fibra presente en esta fuente fibrosa. Por otra parte, Renteria et al. (2008) informaron que el consumo de fibra insoluble limita la utilización microbiana de la fibra, incrementa la masa fecal y acelera la velocidad de tránsito intestinal y por consiguiente contribuye a la menor utilización digestiva de la fracción fibrosa por el animal (Valdivié et al. 2017).
Tabla 4. Índices de digestibilidad en reproductoras porcinas gestantes alimentadas con harina de forraje de moringa |
|||||
Indicadores % |
Harina de forraje de moringa, % |
EE ± |
Signif. |
||
0 |
20 |
40 |
|||
FDN |
72.59 |
69.62 |
61.71 |
3.08 |
p =0.0551 |
FDA |
55.56 |
49.50 |
45.55 |
4.86 |
p =0.3592 |
LIG |
26.10 |
31.29 |
44.71 |
5.75 |
p =0.0841 |
HCE |
81.59 |
73.79 |
72.10 |
3.26 |
p =0.1144 |
CEL |
48.96 |
37.43 |
38.76 |
8.29 |
p =0.5691 |
Las dietas con contenido de fibra dietética en la alimentación en reproductoras porcinas gestantes, dependen del nivel de fibra y del grado de microbios fermentativos en el intestino grueso, además del grado de absorción (Jha y Berrocoso 2015). Por otro lado, Jha et al. (2019) las fuentes de fibra solubles son rápidamente fermentables por microbióticos residentes en el intestino delgado distal y grueso, aumenta la viscosidad de la digesta, reduce el paso a través del intestino y puede disminuir la ingesta de alimento debido a una mayor saciedad.
Undén y Van Soest (1982) refieren a los componentes de la fibra, la hemicelulosa es más digestible que la celulosa en animales monogástricos debido en parte al efecto hidrolítico del ácido estomacal en esta fracción. Sin embargo, Maynard et al. (1979) señalan que la hemicelulosa es más digestible que la celulosa por los monogástricos, ya que existe una menor porción asociada con la lignina.
El estudio de digestibilidad fecal de la MS, MO, PB, FDN y FDA presentó altos índices de aprovechamiento, al incluir 40% harina de forraje de moringa en la dieta la dieta en reproductoras porcinas gestantes, que responde un alimento óptimo y con características nutritivas para la etapa de gestación, ya que las cerdas hacen un aprovechamiento de los nutrientes. Durante esta etapa, la cerda entra a un estado llamado anabolismo de la gestación que corresponde a un proceso anabólico en la cual la cerda utiliza mucho mejor los nutrientes que cuando está vacía. Por lo tanto, puede ganar peso con un consumo de alimento muy restringido (Gonzáles 2018).
La Tabla 5, muestra los datos correspondientes a la salida rectal de materiales. La salida rectal de materiales aumentó con la elevación de la harina de forraje de moringa en la comida (P<0.001).
Aparentemente, la harina de forraje de moringa mostró tener un valor nutritivo igual al de la mezcla de cereales y granos. El patrón de salida rectal de materiales, fue similar a lo encontrado por Hansen et al (2007) para el de cerdos alimentados con niveles de fibra en la dieta, lo que también se ha observado como cierto en cerdos (Ly y Samkol 2008; Samkol y Ly 2008).
Tabla 5. Salida rectal de materiales en reproductoras porcinas gestantes alimentadas con harina de forraje de moringa |
|||||
Harina de forraje de moringa, % |
|||||
0 |
20 |
40 |
EE ± |
Signif. |
|
pH |
6.50 |
6.36 |
6.27 |
0.09 |
0.2291 |
Salida rectal, g/kg MS ingerida |
|||||
Material fresco |
766 |
755 |
762 |
155 |
p =0.9961 |
Material seco |
196a |
226ab |
262b |
47 |
p =0.0364 |
Agua |
570c |
529ªb |
500a |
56 |
p =0.0015 |
Expresado como por ciento del material fresco |
|||||
Material seco |
25.5a |
29.9b |
34.3c |
0.10 |
p =0.0013 |
Agua |
74.5a |
58.0b |
65.7c |
0.10 |
p =0.0018 |
abc Medias sin letra en común en la misma fila difieren a p<0.05 |
En cuanto a el pH líquido de las heces no hubo diferencias en ningunos de los tratamientos; sin embargo, se observó una disminución desde 6.50 hasta 6.29. Este comportamiento pudiera estar dado a que cuando a los animales se les suministra un alimento rico en fibra la producción de metano (CH 4) disminuye y por consecuencia el pH tiende a disminuir. (Jørgensen et al 1996) encontraron que, a mayor nivel de inclusión de recursos alimentarios fibrosos presentes en la comida, las reproductoras porcinas gestantes que respondían con un aumento en los procesos fermentativos en el ciego y el colon de los individuos, lo que es congruente con estos resultados (Gerrits y Verstegen 2006; Ly et al 2016b).
El contenido alto de una dieta en fibra insoluble aporta menos energía metabolizable que una dieta con un bajo contenido de fibra, no solo por la calidad del alimento, sino también porque desfavorece el consumo, al provocar una saciedad temprana en el animal por elongación de la pared del estómago. Sin embargo, Van der Meulen y Bakker (1991) cuando esta fibra es soluble ocurre una mayor captación de agua en este órgano y se reduce el volumen de la digesta; por lo tanto, disminuye la sensación de saciedad y el tiempo de tránsito de la digestión. Además, en esta circunstancia su viscosidad se incrementa y el pH se estabiliza a un nivel bajo.
La salida rectal de materiales se incrementó a lo referente al material fresco (p<0.996) y seco (P<0.036), con la salida rectal de agua determinó una ligera tendencia (p<0.001). Las dietas que contenían harina de forraje de moringa, tuvieron una disminución en la digestibilidad rectal de MS (Ly et al 2016b), parece estar relacionada con este aumento de salida de materiales fecales como ocurre con otras especies arbustivas y arbóreas (Mireles et al 2017).
Por otro lado, Bach Knudsen y Hansen (1991) señalan que la voluminosidad de las dietas, está determinada esencialmente por la inclusión de material fibroso en las mismas, siendo una de las causas fundamentales en el incremento del material rectal excretado por los cerdos. En concordancia con esta hipótesis de Bach Knudsen y Hansen (1991). La capacidad de retención de agua del alimento es uno de los índices físicos o químicos que pudieran estar más estrechamente relacionados con la voluminosidad fecal, de acuerdo con lo propuesto por Chiv et al (2003). Por otra parte, resultados hallados por Friesen et al (1992) en aves, puesto que la fibra de la dieta que se enlaza al agua, eleva la viscosidad del contenido gastrointestinal y deprime los índices digestivos de la mayoría de los nutrientes.
Sin embargo, la salida del material fresco y agua, pero no la de material seco en las excretas no aumentó significativamente (p>0.05), al incrementar la proporción de harina de forraje en el alimento. Estos resultados coinciden con otros conseguidos con cerdos alimentados con distintas fuentes de fibra (Van Thi Kanh Vu et al 2009). Una menor salida rectal de materiales acuosos podría sugerir una mayor participación renal en la salida de agua en las cerdas estudiadas. Es conocido el desvío de fracciones nitrogenadas de las excretas a la orina de los animales alimentados con altos niveles de fibra en la ración (Cruz et al 2012).
Por otro lado, Van Thi Kanh Vu et al (2009) refieren que la salida rectal de materiales como el carbono y el nitrógeno está estrechamente correlacionada con la digestibilidad rectal de la materia orgánica. En el presente experimento, se encontró que en los animales evaluados hubo una dependencia muy alta (p<0.001) e inversamente proporcional, de la salida rectal de material fresco, material seco, agua y N con respecto a la digestibilidad rectal de la materia orgánica (Cruz et al 2012).
Autores como, Leterme et al (1998), Chiv et al (2003) y Díaz et al (2007) hallaron una alta interdependencia entre la capacidad de retención de agua de la dieta y la salida de material fresco y agua, resultados que confirman la hipótesis planteada por Decuypere et al (1994) que el incremento del volumen fecal está determinado por ciertas características físico químicas de la fibra, en mayor medida, por el incremento del nivel de fibra en la dieta. Sin embargo, en este estudio se comprobó dicha hipótesis, por la aproximación de estos resultados con los informados por Díaz et al (2005, 2007) y Díaz y Ly (2007).
La información complementaria que aquí se brinda es útil desde el punto de vista, que es necesario conocer su magnitud para establecer un balance adecuado de materiales en sistemas integrados de producción animal (Preston y Murgueitio 1992; Thy 2003; Martínez et al 2004). Por otro lado, Wenk (2001), Noblet y Le Goff (2001) y Bach- Knudsen (2001), sugieren el empleo de alimentos fibrosos de forma moderada en la dieta de estos animales.
Se agradece a los trabajadores de la Unidad Central de Laboratorios (UCELAB), del Instituto de Ciencia Animal, por los servicios brindados durante la investigación. Igualmente se agradecer a la Ing. Dania Ortega de la Paz y al MSc. Juan Cairo, por la ayuda brinda durante el estudio.
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