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Se evaluó el efecto productivo y económico de la inclusión de harina del fruto de parota Enterolobium cyclocarpum en el desarrollo de ovinos en estabulación en Colima, México. Se compararon niveles de 10, 20 y 30% de inclusión contra una ración testigo que contenía 63% de grano de maíz, 20% de rastrojo de maíz, 15% de pasta de soya y 2% de minerales.
La incorporación de
Enterolobium cyclocarpum permitió mantener la ganancia
diaria y total de peso así como el consumo de la materia seca
sin diferencia estadística entre tratamientos, con una disminución significativa en el costo de la ración.
The incorporation of Enterolobium cyclocarpum fruit meal and its productive and economical effect on confined sheep, were evaluated in Colima, Mexico. Three levels of 10, 20 and 30%, were compared against a control diet based on corn grain (63%), corn stubble (20%), soybean meal (15%) and minerals (2%). The variables under study were daily and the total weight gain as well as the dry matter intake.
The results showed no significant differences between levels of incorporation of Enterolobium cyclocarpum fruit meal and the control diet with a significant reduction of the cost of the diet and the meat produced.
En México la producción de carne,
especialmente de ovino se ha implementado bajo sistemas de
producción basados en la utilización de raciones con un
alto contenido de grano importado de países desarrollados,
situación que origina una marcada dependencia de
tecnología y de insumos (Sánchez 2001). Asimismo, los
resultados económicos de la actividad son con frecuencia poco
favorables, toda vez que la viabilidad económica de dichos
sistemas se fundamenta en la oferta y el precio de los cereales,
factores de alta variabilidad para nuestras
condiciones.
En el trópico de nuestro país, como en el resto de
América tropical se cuenta con una gran cantidad de especies
forrajeras arbóreas, las cuales, se han destacado como un
recurso alimenticio tradicional durante la época seca, siendo
utilizado su follaje mayoritariamente bajo sistemas de pastoreo.
Recientemente, dado su alto valor nutritivo, algunos autores han
reconocido la posibilidad de incrementar los índices
productivos de la ganadería tropical, por medio de la
incorporación de los frutos de los árboles forrajeros,
como un sustituto parcial de los granos en raciones integrales para
el ganado (Zamora et al 2001).
Por lo anteriormente mencionado, el presente trabajo evaluó
el efecto productivo y económico de la inclusión de
diferentes niveles de harina de fruto de parota Enterolobium
cyclocarpum (Jacq) Griseb en el crecimiento de ovinos en
estabulación en Colima, México.
El trabajo se realizó en el Módulo de Producción
Ovino del Centro de Capacitación Agropecuaria y Forestal A.
C., ubicado en el municipio de Tecomán, Estado de Colima,
México, en las coordenadas 18°58'43'' N y
103°52'18'' O, a una altitud de 33 msnm. El área de
estudio tiene un clima semicálido correspondiente a la
fórmula BS1(h')w(w)(i') , con una temperatura media
anual de 26 ºC y 750 mm de precipitación media anual
localizada entre los meses de Junio a Septiembre (García
1973).
Se utilizaron 24 ovinos machos enteros destetados de la raza Pelibuey con edad y peso promedio de 3.5 meses y 14.3 kg respectivamente, los cuales fueron agrupados en cuatro grupos de seis animales cada uno y se les ofreció cuatro raciones de las cuales (EL0) se manejo como testigo, al ser representativa de las raciones recomendadas actualmente para el desarrollo de ovinos en estabulación. Esta ración sirvió como base para la elaboración de los otros tratamientos (EL10. EL20 y EL30,), mediante su substitución por distintos niveles de harina de fruto de parota (Cuadro 1). La harina se elaboró recolectando las vainas directamente del suelo, para su posterior secado al sol durante seis horas y molido en un molino de martillos, realizándose el análisis químico proximal de dichas raciones con la metodología propuesta por AOAC (1990).
Cuadro 1: Composición de las raciones experimentales |
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Ingrediente, % |
EL0 |
EL10 |
EL20 |
EL30 |
Harina de parota |
0 |
10.0 |
20.0 |
30.0 |
Grano de maíz |
63.0 |
56.7 |
50.4 |
44.1 |
Rastrojo de maíz |
20.0 |
18.0 |
16.0 |
14.0 |
Pasta de soya |
15.0 |
13.5 |
12.0 |
10.5 |
Minerales |
2.0 |
1.8 |
1.6 |
1.4 |
El experimento tuvo una duración de 63 días con una
semana previa de acostumbramiento a las raciones. Al inicio de la
prueba los animales fueron destetados, pesados, identificados y
vitaminados por vía intramuscular con 500 000, 50 000 y 50
U.I. de vitamina A, D3 y E respectivamente. Asimismo, se
les administró una dosis oral de 7.5 mg kgPV-1 de
Albendazole para el control de parásitos internos y se
colocaron por parejas con similar peso inicial en corraletas, en
las cuales se ofrecieron las raciones ad libitum. El horario
de alimentación fue a las 8:00 hrs previa recolección del
rechazo del día anterior y se permitió un 10% de rechazo
con ajustes diarios.
En forma semanal se evaluó el peso vivo y diariamente el
consumo total de materia fresca (CTMF), determinándose al
final del estudio la ganancia diaria de peso (GDP), la ganancia
total de peso (GTP), la conversión alimenticia
(CA), el costo del kilogramo de carne (CC) y el consumo diario de
materia seca (CDMS) expresado como peso en gramos de materia seca
consumida por día, así como en gramos de materia seca
consumida por kilogramo de peso metabólico.
Los resultados se sometieron a un análisis de varianza
(ANDEVA) con un diseño completamente al azar con seis
repeticiones correspondientes al número de animales por grupo.
La comparación entre medias se realizó por medio del
método de Tukey fijando un alfa de 0.05 (Cochran y Cox 1991;
SAS 1990).
En el Cuadro 2, se observa como el nivel máximo de
inclusión de parota incrementó en 2.6 unidades
porcentuales el contenido de proteína cruda así como en
un 55% el contenido de grasa de la ración.
Cuadro 2: Análisis químico proximal de las raciones experimentales |
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|
EL0 |
EL10 |
EL20 |
EL30 |
Materia seca ,% |
90.02 |
87.93 |
89.66 |
88.68 |
Proteína cruda, % |
11.60 |
13.78 |
13.65 |
14.21 |
Materia orgánica |
87.93 |
91.21 |
91.06 |
89.80 |
Fibra cruda, % |
13.97 |
12.93 |
12.60 |
13.98 |
Extracto etéreo, % |
2.22 |
2.28 |
3.30 |
3.49 |
Extracto libre de nitrógeno, % |
60.14 |
62.22 |
61.49 |
58.12 |
Cenizas, % |
12.07 |
8.79 |
8.94 |
10.20 |
Energía metabolizable, Mcal/kgMS* |
2.99 |
2.93 |
2.87 |
2.81 |
* Calculada |
|
|
|
|
La inclusión de los diferentes niveles de harina
de parota no modificó significativamente (P>0.05) el PF, la GDP, la GTP
y el CDMS con respecto a la ración testigo (Cuadro 3).
Cuadro 3: Efecto de diferentes niveles de inclusión de harina de parota Enterolobium cyclocarpum sobre el comportamiento productivo de borregos en estabulación |
||||||
Tratamiento |
EL0 |
EL10 |
EL20 |
EL30 |
± ES |
Prob. |
Peso inicial, kg |
16.1 |
13.3 |
13.2 |
14.5 |
0.456 |
0.062 |
Peso final, kg |
26.7 |
23.8 |
23.3 |
22.3 |
0.937 |
0.411 |
Ganancia diaria de peso, g |
168 |
168 |
160 |
125 |
11.7 |
0.507 |
Ganancia total de peso, kg |
10.6 |
10.6 |
10.1 |
7.83 |
0.741 |
0.499 |
Consumo diario de materia seca, g |
898 |
774 |
610 |
583 |
48.1 |
0.053 |
Consumo de materia seca, g/kgPV.75 |
88.1 |
79.3 |
68.3 |
64.9 |
4.23 |
0.186 |
Las ganancias diarias de peso fueron superiores a las
indicadas por Bonilla (1999), González et al (1989) y
Pérez et al (1991). En el caso de Bonilla (1999), con
niveles de 12 y 24% de inclusión de harina de parota en una
dieta con un contenido de 40% de rastrojo de maíz y 14% de
grano de sorgo obtuvo GDP de 127 g/día. Los resultados de
González et al (1989), mencionan GDP de 96 a 102 g con
niveles de inclusión de 15 y 30% de harina de parota en
raciones basadas en 73 y 63% de rastrojo de maíz
respectivamente. Pérez et al (1991), encontraron 101 y
141 g de GDP con inclusiones de 10 y 20% de la harina cuando
proporcionaron 40% de rastrojo de maíz y 20% de sorgo, con
animales criollos y de un peso inicial de 22 kg. Es de mencionar
que todas las raciones señaladas con anterioridad presentaron
un mayor contenido de forrajes fibrosos así como una menor
inclusión de grano con respecto a las raciones probadas en el
presente estudio, lo cual influyó en los
resultados.
Por otra parte, Moscoso et al (1995), no
encontraron diferencias significativas al incluir 0, 12, 24 y 36%
de harina del fruto de parota como sustituto de grano de sorgo y
pasta de algodón en borregos Katahdin, Black Belly y sus
cruzas, consiguiendo una GDP promedio de 229 g, esta diferencia
posiblemente se deba al tipo racial empleado en nuestra
observación.
Pese a no existir diferencias estadísticas en el consumo de
las diferentes raciones experimentales, los resultados mostraron
una tendencia negativa entre el consumo y el nivel de
inclusión de harina de parota en la dieta. Esta tendencia
coincide con los resultados obtenidos por González et
al (1985), quienes encontraron una disminución en el
consumo de materia seca al comparar un nivel de inclusión de
31.1% en contra de 0 y 15.5%. Otros autores como González et al (1989) y Amaro et al (1993), ubicaron el
máximo consumo voluntario de materia seca en niveles de
inclusión del 31 y el 48% respectivamente, en tanto que
Bonilla (1999), indica consumos voluntarios crecientes conforme
incrementó la inclusión de parota en la dieta de 40 a
61%.
Los resultados anteriores mostraron una gran variabilidad entre
la relación que guardan el nivel de inclusión de harina
de fruta de parota y el consumo de materia seca de las diferentes
raciones. Este fenómeno pudiera estar explicado por los
diferentes tiempos de secado del fruto y de almacenado de la harina
referidos por los distintos autores. En este estudio, el fruto fue
secado al sol por espacio de seis horas, mientras que Pérez
(1991) utilizó ocho días de exposición. Asimismo, en
ambos casos el fruto fue molido y ofertado a los animales con
periodos cortos de almacenamiento, en tanto Alvarez et al
(2003), utilizaron la harina de parota después de un año
de almacenaje. Esta situación pudo influir en algunas de las
características organolépticas del alimento modificando
su consumo.
La figura 1, muestra como los animales alimentados
con los tratamientos EL0 y EL10 presentaron un crecimiento constante con
tendencia lineal durante el desarrollo de la prueba, en tanto los
sometidos a los tratamientos de mayor inclusión de parota (EL20 y
EL30), tuvieron fluctuaciones en su desarrollo, fenómeno
acentuado en el tratamiento EL30. Esta situación pudiera estar
relacionada con la necesidad de un mayor periodo de
acostumbramiento del animal al consumo de la harina de parota
manejada bajo las condiciones del presente trabajo.
Figura 1. Cambio de peso vivo de ovinos
alimentados con diferentes niveles de inclusión de parota (E.
Cyclocarpum)
La conversión alimenticia fue estadísticamente similar para todos los tratamientos, en tanto el costo de la ración decreció significativamente (P<0.05) entre un 5 y 14% en la medida en que se incrementó el aporte de harina de parota en las raciones, fenómeno que afectó positivamente (P<0.05) el costo de alimentación por kg de carne producida, con la inclusión de 20% de harina de fruto de parota comparado con la ración control (Cuadro 4).
Cuadro 4: Conversión alimenticia y análisis económico de la inclusión de diferentes niveles de harina de parota Enterolobium cyclocarpum en borregos en estabulación |
|||
Inclusión de parota, % |
Conversión alimenticia* |
Costo de la ración, |
Costo alimentación |
0 |
5.3 : 1 a |
2.03 a |
10.76 a |
10 |
4.7 : 1 a |
1.99 b |
9.35 ab |
20 |
3.9 : 1 a |
1.85 c |
7.21 b |
30 |
4.7 : 1 a |
1.78 d |
8.37 ab |
± ES |
0.225 |
0.022 |
0.471 |
Pr > F |
0.210 |
0.0001 |
0.024 |
a b c d Literal diferente por columna indica diferencia estadística
(P<0.05) |
La conversión alimenticia de los animales en todos los tratamientos con
inclusión de harina de fruto de parota fue mejor a la
encontrada por Bonilla (1999), quien al utilizar una inclusión
de 48% en la ración obtuvo una CA de 8:1. La disminución
observada en el costo de la ración conforme se incrementa el
nivel de leguminosa en raciones integrales para ovinos en
estabulación, se torna consistente comparada con otros
trabajos, como el de Palma y Huerta (1999), quienes incluyeron
niveles de 10 y 20% de harina de Leucaena leucocephala
logrando una disminución del 15% del costo de
alimentación. Finalmente Pérez et al (1991),
mencionaron que con la inclusión de 20% de harina del fruto de
parota, se consiguió la mejor conversión alimenticia y el
menor costo de producción por concepto de alimentación,
resultado similar al encontrado en este trabajo.
Al proyecto "Suplementos activadores de la función ruminal
en asociación de forrajes tropicales". Fondo Ramón
Alvarez Buylla - Universidad de Colima.
A J. Isabel López y Rafael Alcaraz, trabajadores del
módulo ovino por su apoyo en la realización del trabajo
de campo.
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Received 22 March 2003; Accepted 30 September 2003